El streaming es una práctica dentro del mundo de los videojuegos, podcast y entretenimiento. La plataforma por excelencia para el streaming es Steam, aunque YouTube o Facebook Gaming son otras plataformas igualmente populares para esta práctica. Sobre todo, para hacer streaming mientras jugamos necesitamos un buen procesador. Para ello hemos elegido los mejores procesadores de AMD e Intel para esta práctica.
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¿Cuál es el mejor procesador para streaming?
Para este artículo vamos a considerar que nuestra intención es hacer streaming de videojuegos. El streaming de videojuegos supone una gran carta para el procesador, por eso se recomiendan procesadores de muchos núcleos. Cuando mayor es la calidad gráfica (resolución) a la que vayamos a transmitir, mayor potencia necesitaremos. Además también debemos tener en cuenta otros parametros como hilos, frecuencia y familia de procesadores.
¿Es realmente importante el procesador para el streaming?
Si hablásemos de CPU para juegos podríamos ajustar el procesador en beneficio de la tarjeta gráfica. Cuando además de jugar queremos transmitir, la cosa cambia bastante.
Contar con muchos núcleos es importante, porque el procesador debe codificar los datos y gestionar varias aplicaciones a la vez. Si no se tiene un procesador a la altura, lo que terminaremos teniendo son problemas de sincronización o tirones en la transmisión. Para evitar esto necesitamos un buen procesador con muchos núcleos y buenas frecuencias de trabajo.
Además de ofrecer una transmisión de calidad, no debemos de sufrir tirones cuando estamos jugando. Por lo tanto, para hacer streaming necesitamos un procesador que pueda con todo, sobre todo en resoluciones 4K.
¿Cuántos núcleos necesito para streaming?
Depende mucho de la resolución a la que quieras realizar la transmisión. Lo habitual si vamos a hacer streaming en FullHD (1080p) son 4 o 6 núcleos, aunque hay quien opta por 8 núcleos para ir sobre seguro. La llegada de los nuevos procesadores Ryzen 3000 ha democratizado los 8 núcleos, con precios realmente buenos, así que el precio ya no es tanto un problema como antaño.
Podríamos decir que 4 núcleos es lo más básico, aunque normalmente se suele optar por 6 u 8 núcleos. Si queremos optar por transmisiones con resoluciones 4K, para ello ya debemos irnos a 12 núcleos, para ir sobre seguro. Podemos encontrar en el mercado muchas soluciones y algunas, muy bien de precio.
¿Son más núcleos mejores para sreaming?
De manera resumida, sí. Pero hay un problema, cuantos más núcleos, la frecuencia suele ser menor para evitar problemas de temperatura en el procesador. Al contar con más núcleos, la carga de la codificación del vídeo se reparte y se realiza de manera más rápida.
Hay que tener en cuenta que sobre el 60% de los juegos hacen uso de un núcleo y el resto como mucho de 4 núcleos. Para los juegos la frecuencia es lo más importante, pero para el streaming es más importante la cantidad de núcleos que la frecuencia, aunque este último parámetro también tiene su importancia.
¿Importan los hilos y las frecuencias de reloj?
Hoy en día el parámetro de hilos no es un problema, ya que es muy raro ver un procesador que no tenga el doble de hilos que núcleos. La última generación de procesador Intel sin el doble de hilos que núcleos fue la 8ª Generación, tras esta, todos tenían el doble de núcleos que hilos. Eso si, en la gama baja Intel y AMD pueden no ofrecer el doble de hilos que núcleos, pero nos da igual, porque no son procesadores para streaming.
Debemos de tener en cuenta que los hilos son una ayuda para los núcleos del procesador. Podríamos decir que ayudan a gestionar la carga de trabajo y hacen cálculos, que podríamos denominar sencillos.
Jugar y hacer streaming requiere un trabajo eficiente, sí que contar con muchos hilos también ayuda, sobre todo en la gestión de los subprocesos. Para el gaming sin streaming, realmente los hilos de procesamiento no son tan relevantes.
La frecuencia también es importante, aunque no es tan crítica como el número de hilos y núcleos. Este parámetro ya no depende tanto de la cantidad de núcleos, como de la temperatura o TDP del procesador. Intel, por ejemplo, tiene diferentes tipos de frecuencias, pudiendo superar los 5.0GHz en un núcleo bajo determinadas condiciones. Tanto en Intel como en AMD, suelen tener varias frecuencias según si todos los núcleos están a plena carga o parte de ellos y siempre varia según la temperatura del procesador. Es casi más importante refrigerar bien el procesador que su frecuencia, ya que esta dependerá directamente de la temperatura.
¿Intel Core o AMD Ryzen?
Si hablásemos de procesadores para juegos, los procesadores Intel tienen la ventaja de soportar mayores frecuencias en un núcleo, algo que les da cierta ventaja. Pero para streaming y gaming simultáneamente necesitamos un procesador todoterreno con muchos núcleos y para esto los Ryzen son imbatibles.
AMD nos ofrece muchos más núcleos que Intel por el mismo precio y en ocasiones, por menos. Para el streaming y el gaming simultáneamente el número de núcleos e hilos es más importante que la frecuencia, por lo tanto las familias de procesadores Ryzen tienen ventaja.
[irp]Procesadores todoterreno
Hace tres años un procesador de 10 núcleos podría haber costado varios miles de euros, pero ahora por muchísimo menos lo podemos comprar. Se ha ‘democratizado’ el número de núcleos e hilos, ofreciendo a los usuarios soluciones impensables hace no tanto que les permite hacer de todo. Es más, estos procesadores se consideran el paso intermedio entre un procesador para estaciones de trabajo y procesadores gaming. Su gran cantidad de núcleos e hilos por precios ‘asequibles’, convierten a estos procesadores en ideales para gaming y streaming
- Tienen muchos núcleos e hilos
- Las frecuencias de trabajo son bastante elevadas
- Muy buenos para codificación de vídeo
- Soportan sin muchos problemas streaming en 4K
- Procesador para muchos años
- Tienen configuración Dual Channel y soportan más de 64GB DDR4
- Soportan varias tarjetas gráficas en configuración PCIe x16
- Soportan configuraciones RAID
- Cuantos más núcleos usemos, menor será la frecuencia Boost debido al consumo y la temperatura del procesador
- Tienen precios algo prohibitivos
- Las placas base para estos procesadores suelen ser caras
- Requieren placas base con una gran cantidad de VRM bien disipadas
- Estos procesadores son difíciles de refrigerar debido a su elevado TDP
- Hay pocos disipadores por aire que puedan refrigerarlos correctamente, se recomiendan refrigeraciones líquidas
Los más modernos
Son las últimas soluciones lanzadas al mercado por ambos fabricantes de procesadores. Con estos procesadores no tendrás mayores problemas para jugar y hacer streaming y prácticamente cualquier cosa.
Procesadores de Workstation para Streaming
Muchos streamers gustan de hacer transmisiones en vivo en alta calidad, como podrían ser resoluciones 4K. Esto tiene un fuerte impacto en el procesador, así que es necesaria una gran cantidad de núcleos. Además, es posible que generen contenidos para digitales, como vídeos para YouTube, así que con estos procesadores que hemos elegido tendrás una solución para todo.
Como todo en esta vida, estos procesadores tienen cosas buenas y malas:
- Tienen muchos núcleos e hilos
- Perfectos para codificación de vídeo
- Ideales para streaming en resoluciones 4K
- Una solución para muchos años
- Soportan gran cantidad de memoria RAM
- Soportan varias tarjetas gráficas en configuración PCIe x16
- Ofrecen soporte para configuraciones RAID
- Hablamos de procesadores muy caros
- Suelen ser de configuración Quad Channel, o lo que es lo mismo, requieren al menos 4 módulos de memoria RAM, encareciendo sistema
- Las placas base para estos procesadores suelen ser caras
- Estos procesadores son difíciles de refrigerar debido a su elevado TDP
- Hay pocos disipadores compatibles con estos procesadores por aire
- Suelen tener frecuencias menores que los procesadores gaming
Los más modernos
Estos son los procesadores tanto de AMD como de Intel más modernos basados en sus últimas arquitecturas. Lógicamente estos procesadores no están pensados para el común de los mortales, por sus elevados precios, y no solo eso, componentes como placa base, memoria RAM o disipadores para estos procesadores suponen un notable desembolso de dinero.