Tras el accidente de Uber, NVIDIA ha parado las prueba de vehículos autónomos, para adaptarse también a condiciones impredecibles y la infracción del código de circulación por parte de viandantes y conductores.
La carrera de los vehículos autónomos parece que, después del accidente del vehículo de Uber, se va a tomar un tiempo para trabajar en nuevas medidas de seguridad. NVIDIA, una de las compañías que trabaja en este tipo de vehículos, ha detenido de manera temporal todas pruebas de conducción autónoma, de los vehículos basados en su plataforma NVIDIA Drive, que afecta a 370 compañías entre desarrolladores, fabricantes, etc. La plataforma está en fase de pruebas y falta aún un tiempo para que llegue al consumidor final en el Nivel 5, que es conducción completamente autónoma, sin intervención de un humano.
Parar todos los vehículos no significa que la plataforma de la compañía tenga un problema, simplemente es por precaución, para que no se repita lo sucedido la pasada semana con el vehículo de Uber, el cual atropello a una mujer en Arizona y provoco que esta falleciera. Debemos destacar que la mujer iba de madrugada por una zona no autorizada a peatones, con muy baja visibilidad y de oscuro, sin elementos reflectantes, saltándose así todas las normas de circulación. El vídeo del accidente deja claro que ni un humano atento a la carretera, hubiera podido evitar el accidente.
‘NVIDIA no tiene más remedio que tomar medidas en el contexto del miedo, la incertidumbre y la indignación que probablemente sea estimulada por un coche-robot matando a un ser humano’, ha explicado en un texto Roger Lanctot, un analista de tecnología automotriz de Strategy Analytics.
Muchos han aprovechado para desempolvar las horcas y encender las antorchas en contra de los vehículos autónomos, lo cual ha provocado, que los que las compañías que trabajan en este campo, aumenten las medidas de seguridad, para adaptarse a conductas imprevisibles de viandantes y conductores que no cumplen con las normas básicas de circulación, no porque los sistemas sean precisamente inseguros. Esto supone un nuevo problema en el desarrollo, ya que hay que adaptarse a la estupidez de algunas personas, tan vagas como para recorrer cien metros y cruzar por un paso de peatones o conductores que les cuesta un mundo señalizar con el intermitente, su desvió.