Estados Unidos apunta de manera directa a inequívoca a Corea del Norte, como el país que ha distribuido el WannaCry, provocando durante días el caos a nivel mundial.

Hace unos meses el mundo se estremeció ante uno de los ataques informáticos a gran escala más grandes hasta el momento, el ya famoso WannaCry, que azoto a los equipos de medio mundo. Desde que se inició el ataque y se infectaron los equipos, se ha está investigando el origen del ataque y ya hace algunas semanas se apuntó directamente a Corea del Norte. La herramienta utilizada, una copia de un malware desarrollado por la NSA, fue copiado y distribuido por Corea del Norte, según ha dicho el gobierno estadounidense.

Quien se ha hecho eco de esta información ha sido el Wall Street Journal, quien ha publicado una carta abierta que ha sido autorizada por el propio presidente de los Estados Unidos, Donald Trump y que tiene origen en la Oficina Ejecutiva del Presidente del mencionado país y que ha sido redactada por Tom Bossert, quien ocupa el cargo de asistente de seguridad. La carta acusa directamente a Corea del Norte como artífices del ataque y que no es una acusación sin más, sino que está basada en gran cantidad de pruebas presentadas por la Agencia de Seguridad Nacional, también conocida como NSA. Además, también tienen pruebas de agencias especiales de otros gobiernos, de diferentes compañías especializadas en ciberseguridad y de las compañías que fueron infectadas durante el ataque WannaCry y que han investigado internamente el suceso.

“Hemos basado esta acusación en pruebas totalmente reales, no estamos solos en los diversos descubrimientos que hemos realizado en la investigación. El Reino Unido también atribuye el ataque a Corea del Norte, y Microsoft también siguió el trazo del ataque hasta el mismo país y otros aliados del mismo.

El ataque con el virus WannaCry no sólo tuvo repercusiones económicas, también pudo haber costado vidas humanas con los ataques a algunos sistemas sanitarios de múltiples países.” Dice en la carta Tom Bossert.