Las asambleas o Caucus de Iowa de este año fueron una catástrofe absoluta. El New York Times lo calificó como “un desastre en todo el sistema“. El Político aclamó “La muerte de Iowa” (como el primer evento de nominación en la nación). CNN dijo: “Las asambleas de Iowa simplemente murieron para siempre”. Sin duda, su credibilidad está en duda. Pero no fue la gente de Iowa quien falló.
Una App utilizada llena de errores causó el colapso total del sistema en plenas votaciones. Y una oscura firma de consultoría política que lo diseñó. Pero no es exactamente el presidente quien podría haber evitado esto. El partido demócrata estatal de Iowa encargó la aplicación. Este año fue su primera prueba en vivo del mundo real en un caucus real.
- Ammous, Saifedean (Autor)
Una App centralizada para votaciones
El partido contrató a un ex veterano de la campaña de Clinton para construirlo. El nombre de la firma de consultores políticos es literalmente “Shadow”. Eso puso en marcha muchas teorías de conspiración. Especialmente porque el fundador está casado con un estratega sénior del alcalde Pete Buttigieg. Y Buttigieg ganó en Iowa esta semana.
Pero el fracaso de los agentes políticos para hacer lo correcto en tecnología no debería sorprendernos. Son expertos en derecho y campañas electorales, no en código e ingeniería. Es por eso que Yang es parcialmente correcto, pero cuando se trata de quién está diseñando un software de votación: necesita el carácter de blockchain e ingenieros de software apolíticos para diseñarlo e implementarlo.
Bitcoin fue una de las primeras manifestaciones de la cadena de bloques. Un objetivo financiero transparente, verificable independientemente e inmutable fue el objetivo que dio forma a su filosofía de diseño. Pero en la década de 2020, la democracia necesita una cadena de bloques de votación, un registro de votación transparente, independientemente verificable e inmutable.
La votación en blockchain es el futuro
Si las elecciones se llevan a cabo con software, esta podría ser una de las formas más efectivas para salvaguardar la democracia. Hoy, casi todos los votos son ingresados y contados por máquinas de votación electrónicas. Un registro público de boletas de blockchain puede proporcionar la confianza inmutable que se requiere. Las máquinas de votación electrónica han demostrado ser difíciles de confiar. Se ejecutan en software oscuro y patentado. A menudo es escrito por vendedores apenas desinteresados, pero los grupos invierten en resultados electorales (como Shadow).
Y no saben lo que están haciendo. Las máquinas de votación son vulnerables a las hazañas de los hackers. En 2018, un pirata informático aficionado de 11 años rompió una máquina de votación de Florida en 10 minutos en DefCon, una conferencia de piratas informáticos en Las Vegas. Pero incluso si todo está bien, no hay piratería, y no hay fallas de software, uno nunca puede estar seguro de que el resultado sea legítimo. No, a menos que el software que lo entrega sea libre y transparente como Bitcoin. Solo entonces se puede confiar en los resultados.