Intel no quiere que los Core i7 6700K y los Core i7 7700K se queden en las estanterías de las tiendas y regalara dos juegos a quienes compren uno de estos procesadores.

Las últimas semanas hemos criticado duramente la deriva de marketing de Intel, renombrando los Pentium como Pentium Gold desde la familia Kaby Lake y la opacidad con el Boost 2.0 y el Boost 3.0. Ahora mismo Intel se encuentra con los procesadores Coffee Lake, de los cuales hay stock limitadísimo y seguirá así hasta finales de este mismo año. El problema es que las tiendas se pueden comer los procesadores Kaby Lake y Skylake, debido a que no son compatibles con las placas base Coffee Lake.

Intel quiere que se vendan todos los procesadores que tienen las tiendas y por eso mismo, plantea una estrategia para que se vendan los Core i7 7700K y los Core i7 6700K. No es una rebaja tacita de precios, sencillamente, es el regalo de juegos con estos procesadores. Aquellos que compren uno de los dos procesadores mencionados, tendrán de regalo el Total War: Warhammer II y el Assassins Creed: Origins, los cuales equivalen a unos 100€. Para algunos esta oferta no será interesante, porque estos juegos no le interesan en absoluto o bien porque un Core i5 8400, con menos precio y seis núcleos y seis hilos de procesamiento, es mejor solución, ya que aporta dos núcleos extra.

Estrategia que por una parte es interesante, pero que por otra parte se hace bastante irrelevante y demuestra que Intel va dando bandazos, según el día y el pie con el que se levanten los encargados del marketing de la compañía. Seria, sin lugar a dudas un descuento por valor de 100€ de manera directa, para poder invertirlo en la memoria RAM, la cual tiene un precio altamente ridículo y prohibitivo, que obliga a los usuarios a recortar en otros componentes.