Las compañías Intel y ARM se unen para competir en el mercado de procesadores para smartphone

Intel y ARM se unen, para ganar potencia en el mercado de los procesadores para smartphone, potenciando Intel los procesos de fabricación FinFET de 22nm y 10nm.

Pese a la presión ejercida por parte de AMD con los Ryzen, el rey en el mercado de procesadores sigue siendo Intel. La compañía de Santa Clara, cuenta con años de ventaja frente a la competencia, pero el campo que se le ha resistido es el de procesadores para dispositivos móviles. Los diferentes intentos han sido bastante infructuosos y de leve impacto. Este año hemos visto como también ha colaborado con Google en el diseño de Visual Core. Pues bien, Intel y ARM estarían trabajando en una colaboración más próxima para un futuro próximo.

Durante las conferencias del ARM Tech Con 2017, el fabricante de procesadores afincado en el Reino Unido, ha dado muchos detalles. El evento se ha celebrado en casa de Intel, en Santa clara y se han destacado los profundos lazos entre ambas compañías. Apple ha protagonizados importantes saltos este año en lo que respecto a hardware para smartphone, con el chip A11, diseñado en Cupertino y que puede llegar a ejecutar los seis núcleos del procesador en modo alto rendimiento, en caso de ser necesario. La independencia en el mercado de procesadores, le da márgenes de beneficios más grandes y una mayor autonomía.

Lo importante es que este procesador se adelanta a las soluciones de la competencia, haciendo que el A11 sea un procesador de referencia y muestra hasta dónde puede llegar la compañía de Cupertino. Esto hace que Intel y ARM se quieran asociar y limitar la fuerza de la competencia y por ello van a trabajar en conjunto en las arquitecturas de 22nm y 10nm. El primero de los grandes anuncios se basa en el desarrollo de un nodo FinFET de 22nm en colaboración con el gigante estadounidense.

El trabajo se centrara en el Cortex A55, permitiendo que este trabaje a 2.35Ghz con una tensión de 0.45V, pensando en smartphone de gama media. Intel asegura que su nodo de 22nm aporta una mejora de rendimiento del 30% y se reduce un 20% el tamaño de la Matrix en comparación con los 28nm. El salto más grande es el de los 10nm, que abre puertas en el mercado de los smartphone. Intel y ARM colaboran en el desarrollo de un procesador de 10nm de prueba, pero ya pensando en la próxima generación de Cortex A, los cuales se esperan estén listos a finales de 2018.

Parece ser que este chip tendrá la capacidad de trabajar a 3.5GHz, con una tensión de 0.5W, lo cual da un consumo de 0.25mW/MHz. El Snapdragon 820 tiene un consumo aproximado de 2W/MHz. Esto supone un gran impulso al desarrollo y los límites que tienen los actuales Cortex. Intel es el mejor en lo que respecta a los nodos de los procesadores y con los 10nm, se espera que los chips tengan más de 100 millones de transistores. Samsung actualmente tiene la capacidad de implementar 51.6 millones de transistores y TSMC tiene la capacidad de implementar 48 millones de transistores.

Fuente: wccftech

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