Bosch acaba de comunicar que va a ampliarse alñ sector de la tecnología para el tratamiento del agua. Además de los sistemas habituales de tratamiento de agua por ósmosis inversa, ofrecerá nuevas soluciones diseñadas específicamente para zonas remotas y emplazamientos en alta mar.
Los sistemas diseñados por Bosch Manufacturing Solutions presumen de requerir poco mantenimiento, y de eliminar la necesidad de productos químicos en el proceso de tratamiento del agua. Esto será ideal para las zonas más vulnerables y remotas, al hacer del tratamiento del agua algo mucho más manejable y fácil.
Bosch innova en el tratamiendo de agua
El tratamiento del agua es el más importante eslabón de la cadena de valor del hidrógeno. Por ello, Bosch ha desarrollado la tecnología de tratamiento del agua para la electrólisis y a lo largo de este año, se añadirán proyectos piloto externos. El lanzamiento al mercado de estos sistemas está previsto para el año 2024. Serán presentados en el Bosch Tech Day que se celebrará el próximo 13 de julio.
Se espera que en el futuro, el hidrógeno se produzca en zonas con fuertes vientos o abundante sol, como África, Sudamérica o el norte de Europa. Pero los emplazamientos en alta mar o en el desierto presentan desafíos particulares: como las distancias considerables de las instalaciones técnicas o agua con alto contenido en sal o minerales. Por ello, la demanda de equipos especiales es cada vez más alta, y se prevé que, a partir de 2035, se necesitarán en todo el mundo unos 500 sistemas de tratamiento de agua de este tipo cada año.
Los sistemas de Bosch son capaces de eliminar los minerales del agua mediante procesos térmicos y electroquímicos para así obtener el agua ultrapura necesaria para la electrolización. Un proceso de tratamiento sin medios filtrantes hace que los operadores puedan prescindir completamente del uso de productos químicos. Para el mantenimiento predictivo de los equipos, incluso en remoto, se ofrecerán soluciones de software que garantizan un funcionamiento apropiado en condiciones ambientales adversas.
La demanda de agua ultrapura para los proyectos mundiales de hidrógeno es enorme. A partir de 2050, la demanda anual del agua utilizada en la electrólisis ascenderá a unos cuatro kilómetros cúbicos. España también tiene planes ambiciosos, pues el Gobierno ha fijado electrolizadores de H2 con una capacidad total de 4 gigavatios para 2030. La UE quiere instalar 40 gigavatios de capacidad de electrólisis en Europa para 2030, para producir hasta diez millones de toneladas métricas de hidrógeno renovable.
Para el tratamiento del agua en zonas desarrolladas, Bosch planea ampliar su cartera con sistemas industriales que utilizan procesos de ósmosis inversa e intercambiadores de iones para convertir el agua del grifo en el agua ultrapura que necesitan los electrolizadores. Su sistema reduce hasta en un tercio la cantidad de agua necesaria para producir el agua utilizada en el proceso de electrólisis en comparación con las soluciones habituales en el mercado. Además de producir agua para la electrólisis, también se producir agua potable.