La ambiciosa compra de ARM para que se una a las filas de NVIDIA no ha podido ser, aunque no es algo que no se esperara desde hace varios días. El acuerdo de Nvidia para adquirir el gigante de los semiconductores ARM ha terminado oficialmente.
Ambas empresas han confirmado la cancelación del acuerdo, y han comentado que la razón son «importantes problemas regulatorios» como motivo de que no haya podido salir adelante. El acuerdo fue rechazado por inversores y por reguladores locales desde el mismo momento en que se anunció.
Un año y medio después, ARM no se una a NVIDIA
En 2020 empezó el intento de compra y se valoró en 40.000 millones de dólares, y eso sin contar la compra de acciones que suben la cifra hasta los 66.000 millones. Al haberse cancelado la adquisición, Nvidia ha perdido los 1.250 millones de dólares de fianza que acordó con SoftBank, empresa matriz de ARM.
El intento de adquisición recibió muchas críticas por parte de los rivales del sector y de los organismos gubernamentales. La Comisión Federal de Comercio presentó una demanda para bloquear el acuerdo, el cual lo calificaban como una fusión vertical ilegal. El gobierno inglés tampoco aprobó esta adquisición, principalmente porque temían por la seguridad del empleo de los 3.000 trabajadores de ARM en Reino Unido que podrían haber sufrido una reestructuración.
NVIDIA esperaba ampliar de las operaciones de ARM en Cambridge con un nuevo centro de investigación y educación en materia de inteligencia artificial. También había planes para construir un superordenador de Inteligencia Artificial impulsado por la tecnología de ambos fabricantes.
Pese a estas promesas, los organismos reguladores seguían temiendo que pudiera afectar a los trabajadores. También había miedo de que al poseer ARM las patentes de cientos de procesadores para dispositivos de consumo para pequeños fabricantes, que NVIDIA pudiera dificultar la adquisición y fabricación de CPUs asequibles, con lo que los inversores internos se oponían a esta adquisición.
Fuente: Digital Trends