Ya sabemos muy bien que ChatGPT es útil para quitarnos el trabajo sucio de tener que escribri material poco original, repetitivo y que nos supone una pérdida de tiempo. Pero mucha gente se está creyendo que ChatGPT es mucho más de lo que se presenta, que es un buscador de información o una mente con todo el conocimiento del mundo al que hacerle preguntas, y no un modelo de lenguaje interpretativo que da respuestas basadas en probabilidad. Eso es algo que debemos de esperar de algunos de los mayores responsables políticos, o de al menos, de la gente que le aconseja y le indica de qué tiene que hablar y cómo, según se ha visto en el reciente caso del uso de ChatGPT Iván Espinosa de los Monteros del partido político VOX en España en una reciente sesión en el congreso.
Mire, señora Ministra. No le voy a decir ya lo que dice ChatGPT, aunque se lo merece. Lo que dice ChatGPT es que ustedes manipulan con la presentación selectiva de datos. Que ChatGPT avisa sobre el cambio de definición de variables como hacen ustedes, cuando simplemente con un cambio de nomenclatura, lo que antes eran «parados» ahora son mágicamente «fijos discontinuos» y ni siquiera son capaces de ofrecernos los datos. Esa señora que dice «le voy a dar un dato… vaya, este dato no nos lo ha dado nunca«. ¿Cuántos fijos discontinuos tenemos? No lo sabemos. Y en tercer lugar, ChatGPT previene sobre el uso inapropiado de comparaciones, como las que acaba de hacer usted ahora mismo sobre un partido que por ahora no lleva una normalidad completa.
Iván Espinosa de los Monteros
Los políticos no debería de usar ChatGPT para nada, salvo para ahorrar tiempo en tareas repetitivas y siempre vigilando lo que sale
En el caso que se ha visto del uso de ChatGPT por parte de Iván Espinosa de los Monteros, es que parece que lo ha usado pensando que el ChatGPT era una gran inteligencia con acceso a todos los datos posibles e información a la que preguntar cualquier cosa. Si bien es posible considerar los avisos que ha dado ChaGPT y que ha utilizado el portavoz de VOX, dice mucho que el mensaje se lo haya tenido que dar una máquina que no entiende del todo el lenguaje que se le pregunta ni el que saca, ni tiene capacidad de raciocinio real ni de improvisación.
Insistimos todo lo necesario: ChatGPT no es un cúmulo de información contrastada. No es un buscados, no es alguien que te hace los deberes. Menos aún es una herramienta a la que consultar para tu discurso político, sobre todo cuando se está grabando en los registros del Congreso.
No es el hecho de que sea VOX, sino de que se use una máquina que no comprende la información que se le da y se le haya dado el visto bueno para ello. No esperamos de los políticos que sean unos maestros tecnológicos ni ingenieros, pero sí que consulten a expertos sobre metodologías, contenidos y más para evitar hacer ridículos como este, o el de los megapips de Pedro Sánchez.
Y no es algo que decimos nosotros, sino que lo mismo lo dice Nadie Calviño, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos: «Lo dice todo que haya tenido que recurrir a la inteligencia artificial para hacer su pregunta«
Fuente: Público