Gracias a Fortnite, en Epic Games hay un crunch constante. Las jornadas largas no son obligatorias pero condicionan mucho a los trabajadores por miedo a ser despedidos.
Con el éxito de Fortnite, uno puede pensar que se trata de uno de los juegos más rentables y por ende hay menos presión hacia los trabajadores tras tantos años del mantra de que «el crunch es necesario por las limitaciones de tiempo y presupuesto». Pero en realidad se tradujo en aún más trabajo y un pero ambiente para los trabajadores de Epic Games. Polygon ha estado entrevistando en secreto a una docena de trabajadores de Epic Games sobre sus condiciones a lo largo de varios meses
Mucha presión, mucho trabajo y poco descanso desde hace meses para mantener vivo Fortnite
Los directivos tienen una mentalidad de que todo cambio debe ser instantáneo y nada puede esperar. Si algo no funciona se tiene que arreglar mientras se trabaja en el desarrollo del próximo parche de contenido. Si un trabajador se coge un fin de semana para descansar y el trabajo encargado no está terminado se le despide como castigo o no se le renueva el contrato. En el caso de los contratistas, es muy posible que el contrato no se le renueve. Varios trabajadores coinciden en que los salarios son altos y tienen muchas bonificaciones pero el estilo de trabajo propicia que la gente se quede solamente para cobrar unos cuantos cheques y luego irse a otro sitio mejor teniendo unos ahorros para el futuro.
Fuente: Polygon