El último caso de swatting, en Estados Unidos, termina con la vida de Andrew Finch, un joven de 28 años y padre de dos hijos, que en este caso, ni tan siquiera tenía nada que ver con los jugadores que provocaron el incidente.

No es la primera vez que pasa algo similar, pero esta vez ha tenido unas consecuencias bastante negativas, más de lo que deberían. El joven de 28 años, Andrew Finch, ha muerto en el Estado de Kansas, en Estados Unidos, en un tiroteo provocado por un nuevo caso de swatting. Para quien no sepa que es esto, es cuando un jugador manda a las fuerzas del orden a casa de otro jugador, porque le ha matado reiteradamente o cualquiera otra cosa, pero en este caso la historia se ha ido de las manos y ha terminado con una persona muerta.

Este fenómeno de swatting, nace en Estados Unidos y no es nuevo. Como decíamos, consiste en llamar a la policía y engañarla para que mande a las fuerzas especiales, que en Estados Unidos son los SWAT. Los SWAT no son fuerzas que se manden así sin más, se necesita que se esté cometiendo un delito federal, normalmente un secuestro o asesinato. Alguna de estas operaciones ha sido subida a la red, ya que el jugador estaba haciendo un streaming o bien grabando la partida, con lo que todo queda registrado y subido a la red.

La situación, en este caso se ha ido de las manos debido a dos jugadores que realizaron una apuesta en base al juego Call of Duty, quienes apostaron 1.5$, para ver quién era mejor de los dos. El perdedor le dio una dirección falsa al otro usuario, dándole la dirección de Andrew Finch. El vídeo que ponemos al final de la entrada, deja ver claramente como uno de los oficiales dispara a Finch, pensando que este podría sacar un arma. Pese a los intentos de los sanitarios de un hospital cercano, no le pudieron salvar la vida.

Finch, según explica su familia, era padre de dos hijos, y además, no es aficionado a los videojuegos, así que apenas si jugaba al juego y además, no tenía ninguna relación con los usuarios que provocaron el trágico final. Esto puede llevarles a estos usuarios a terminar entre rejas, ya que dar una alerta falsa a la policía es un delito federal bastante serio en estados unidos y al terminar de esta manera, podrían verse involucrados en un homicidio imprudente o similar.