El formato 21:9 o ultra-wide ya lleva cierto tiempo entre nosotros, pero durante los dos últimos años, y en gran medida gracias a la aparición de las pantallas curvas, característica que se adecúa a la perfección a ratios muy anchos y a su popularización entre el colectivo gamer, el mercado lo ha explotado con un sinfín de fabricantes y modelos. Las ventajas que aporta tener un espacio extra en el escritorio, sin tener que recurrir a soluciones con varios monitores, es algo que aquellos que trabajan con diseño gráfico o edición de vídeo ya conocían. Sin embargo, en la actualidad programadores y fanáticos de la multitarea también empiezan a sumarse a la opción de trabajar en un escritorio ampliado.
Este grupo de usuarios se ve claramente beneficiado por el extra en el espacio de escritorio que ofrece la proporción 21:9. Los usuarios intensivos de aplicaciones que requieren mantener abiertas un gran número de ventanas simultáneamente (como en algunos juegos multimesa online o en el streaming de vídeo de varias fuentes tipo Video Streaming Manager)y para los que la claridad en la organización de las mismas es fundamental, verán cómo se simplifica esta tarea al tiempo que se libera espacio sobre la mesa.
Lo cierto es que después de acostumbrarse al formato ultra-wide, resulta muy difícil volver al estándar 16:9, sobre todo si también utilizas tu monitor para ver películas: las rodadas en formato scope (2,35:1) encajan a la perfección, sin apenas bordes negros, en el marco de los monitores 21:9, lo que ofrece diagonales de imagen propias de un monitor clásico de tamaño muy superior. En 16:9 es necesario completar con negro gran parte del espacio de pantalla para conservar la relación de aspecto de la película y no cortar contenido; con el formato ultra-wide se aprovecha todo el espacio del panel.
Si después de esta introducción tenéis ganas de echar un vistazo a los horizontes que nos descubre el ultra-wide, os dejamos con tres exponentes de este formato, con encaje en tres perfiles diferentes: el enfocado al gamer que demanda una tasa de refresco de vértigo; el entry level, para aquellos que quieran iniciarse en el 21:9 y busquen un precio asequible; y el tope de gama, una bestia curva de 38 pulgadas con la que convertir nuestro escritorio en un panóptico en toda regla.
Acer Predator Z35
Fuente: acer.com
El Acer Predator Z35 presenta un aspecto espectacular: nos ofrece una resolución de 2560×1080 píxeles en 35 pulgadas, pero donde realmente destaca sobre sus competidores es en su tasa de refresco: con la opción Overclock puede llegar a la friolera de 200 Hz, algo que supone un gran aliciente para aquellos “jugones” que necesiten aprovechar cada milisegundo de ventaja. A esta característica se le suman las tecnologías NVIDIA® G-SYNC, que permite sincronizar la tasa de refresco del monitor con la velocidad a la que la GPU renderiza cada frame y así decir adiós a la fragmentación y a la reducción de cuadros, y NVIDIA® Ultra Low Motion Blur para obtener una mayor claridad y definición de los objetos cuando empleamos tasas de refresco altas.
Como contra, decir que estamos frente a un panel VA, no IPS, con lo que los ángulos de visión se reducen ligeramente, pero no debería suponer ningún problema en un monitor pensado para jugar en las distancias cortas. A cambio, el tiempo de respuesta y el refresco se benefician de las peculiaridades de esta tecnología y reduce un poco el precio de este monitor, que ronda los 1.000 €.
LG 29UM68-P
Fuente: lg.com
El LG 29UM68-P es un auténtico todoterreno de los 21:9, además de una de las opciones con mejor relación calidad precio para dar el salto al ultra-wide. Por menos de 280 € nos ofrece un panel IPS con un campo de visión envolvente en 21:9, estabilización de negros para disfrutar de mayor brillo y contraste en películas y juegos que presenten muchas escenas oscuras, tecnología FreeSync (la respuesta de AMD al G-SYNC de NVIDIA) y una cobertura del espectro de color superior al 99% sRGB.
Para aquellos que necesiten mejorar su productividad, ofrece los modos PIP y Split-Screen desde varias fuentes externas, algo que permite trabajar desde dos equipos diferentes con un único monitor, teclado y ratón. Para los que estén pensando en jugar, encontrarán configuraciones personalizadas para FPS, RTS y un largo etcétera.
LG 38UC99
Fuente: lg.com
Acabamos con todo un objeto de deseo para cualquiera. LG presentó el 38UC99 como el primer monitor IPS de 38 pulgadas con panel curvo del mundo, y la verdad es que, hasta el momento, es único en su especie. Ofrece una resolución ultra-wide QHD+ que llena nuestras retinas con 3840×1600 píxeles. Es un producto enfocado a los profesionales del diseño, el modelado 3D, editores de vídeo o cualquiera que haga del desarrollo de procesos creativos una forma de vida. Su precio se sitúa en torno a los 1.350 €.
Además de cobertura sRGB +99%, entre sus características nos encontramos con un sistema de reducción de Motion Blur (que en teoría rebaja el tiempo de respuesta hasta un milisegundo), tecnología Free Sync, una versión avanzada de Split-Screen que permite hasta catorce configuraciones diferentes de distribución de pantallas, PIP multientrada, altavoces Bluetooth o conectores USB tipo C con sistema Quick Charge. Entre esta avalancha de características sí encontramos una ausencia importante para los usuarios de NVIDIA: no cuenta con la opción G-SYNC.
