Intel quiere depender menos de la fabricación de chips en Taiwán
Según ha declarado Pat Gelsinger de Intel, Estados Unidos debería de invertir más en fábricas de chips estadounidenses en vez de en sus rivales asiáticos y no depender de fábricas en Taiwán o China. Este sería el caso de las fundiciones de TSMC y Samsung.
Una de las ventajas que, según Gelsinger, dará las fábricas en Estados Unidos, es que las empresas nacionales darían al país un mayor control de la propiedad intelectual. La idea de este empuje hacia las fábricas estadounidenses es que la cadena de montaje no sufra si Taiwán cambia su posición política debido a una posible intervención de China.
Intel teme que China intervenga Taiwán y dificulte el proceso de montaje
Samsung Electronics anunció la semana pasada que invertirá 17.000 millones de dólares en la construcción de una nueva fábrica de chips en Texas. El gobierno estadounidense ha presionado para que la fabricación de semiconductores se realice en el país. Esto siguió al anuncio de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. en junio de que había iniciado la construcción de una planta de chips de 12.000 millones de dólares en Arizona.
Gelsinger, durante un discurso en la conferencia Fortune Brainstorm Tech en Half Moon Bay, comentó que aunque la legislación estadounidense debería apoyar a Samsung y TSMC. También cree necesario invertir más en empresas estadounidenses como Micron, Texas Instruments e Intel porque es donde se quiere la propiedad intelectual. Esa legislación, la Ley CHIPS, incluye 52.000 millones de dólares destinados a la industria estadounidense de fabricación de chips.
Una parte de este impulso de Intel a la creación de fábricas en territorio estadounidense es la inestabilidad en Taiwán, territorio al que hace poco China envió aviones de reconocimiento. En el caso de que se generen problemas políticos, sufriría mucho la cadena de suministros y el desarrollo e investigación se lo quedaría el país asiático.
Fuente: Nikkei Asia