
La nueva fábrica de Bosch en Dresde estará totalmente conectada y controlada mediante inteligencia artificial. El CEO de Bosch afirma que con su primera fábrica AIoT, están marcando nuevos estándares en la producción de chips.
Bosch ha inaugurado en la ciudad de Dresde de Alemania, una de las fábricas de obleas más modernas del mundo. Máquinas automatizadas con procesos integrados y combinados con métodos de inteligencia artificial hacen que esta fábrica sea pionera en la industria.
Abre la fábrica de obleas más moderna de Europa
Para Bosch, los semiconductores son una tecnología clave y estratégicamente es importante desarrollarlos y fabricarlos nosotros mismos. En Dresde, con la ayuda de la inteligencia artificial, llevaremos la fabricación de semiconductores al siguiente nivel. Esta es nuestra primera fábrica AIoT. Desde el principio está totalmente conectada, basada en datos y auto-optimizada.
Volkmar Denner, presidente del Consejo de Administración de Robert Bosch GmbH.
Bosch ha invertido aproximadamente mil millones de euros en esta localización, y es la mayor inversión de la historia de la empresa. Desde este momento, los semiconductores fabricados en la nueva planta se instalarán en las herramientas eléctricas de Bosch. Para los clientes de la industria automovilística, la producción de chips comenzará en septiembre, tres meses antes de lo planificado. Esta nueva fábrica será una parte importante en la red de producción de semiconductores a nivel europeo y refuerza la posición de Alemania como localización tecnológica y comercial. En sus 72.000 m2 de superficie ya se encuentran trabajando 250 personas y se espera que la plantilla crezca a unos 700 empleados, una vez que se hayan finalizado los trabajos de construcción.
Al ser una fábrica conectada y con tecnología punter, todos los datos de la fábrica, procedentes de maquinaria, sensores y productos, se recopilan en una base de datos central. El resultado es que cada segundo se generan datos de producción equivalentes a 500 páginas de texto. Estos datos se evalúan utilizando métodos de inteligencia artificial y los algoritmos de optimización automática aprenden a hacer predicciones para analizar los procesos de fabricación y mantenimiento en tiempo real. Con ello esperan corregir errores de fábrica antes de que puedan afectar a la fiabilidad del producto.
Una utilidad práctica es que los semiconductores podrán pasar rápidamente a la producción a gran escala para ahorrar a los clientes de la industria automovilística la necesidad de realizar pruebas antes del lanzamiento de la producción. Los trabajos de mantenimiento también se pueden optimizar al poder predecir con precisión si una pieza de maquinaria de fabricación o un robot necesita mantenimiento o ajuste y cuándo.
Una fábrica puntera con IA
Otra característica de la fábrica de obleas de Bosch es que existe una copia digital debido a que durante su construcción, todas las partes de la fábrica y todos los datos relevantes de la construcción relacionados con la planta en su conjunto se registraron digitalmente y se visualizaron en un modelo tridimensional. Conocido como «gemelo digital», comprende aproximadamente medio millón de objetos en 3D, incluidos edificios e infraestructura, sistemas de suministro y eliminación, conductos de cables y sistemas de ventilación, maquinaria y líneas de fabricación. Con esto se pueden simular tanto los planes de optimización de procesos como los trabajos de renovación sin tener que intervenir en las operaciones en curso. Incluso los trabajos de mantenimiento en maquinaria se pueden realizar de forma remota gracias a gafas digitales y realidad aumentada.
Con su fábrica de obleas en Dresde, Bosch está respondiendo a la creciente demanda de chips, que ha sido parte de una enorme escasez de chips. Después de comparar emplazamientos en todo el mundo, Bosch se decidió por Dresde, en el estado de Sajonia, como localización para su fábrica de obleas al ser la ubicación de microelectrónica más grande de Europa y la quinta más grande del mundo. Uno de cada tres chips fabricados en Europa se produce allí y la región ofrece las condiciones perfectas para ello. Su facilidad de acceso y las conexiones de transporte son buenas e incluye conexiones a proveedores de la industria automovilística, servicios y otras industrias, así como universidades e institutos de investigación que ofrecen experiencia tecnológica.