La gran apuesta de El Corte Inglés para competir con Amazon es llegar a entregar los pedidos en un plazo de media hora, unos objetivos poco realistas y una apuesta que llega tarde, muy tarde.
Parece que nadie puede toser a Amazon en la actualidad, pero El Corte Inglés no está dispuesto a dar su brazo a torcer. El gripo de Dimas Gimeno, quien preside la compañía, ha anunciado que mejoraran los plazos que ofrece actualmente el gigante de las ventas online, Amazon. La apuesta, que lanzan es muy ambiciosa y es que pretenden entregar los pedidos en ‘menos de dos horas, incluso en tan solo 30 minutos’. Algo que de ser posible, les dará un impulso en la industria.
Esta afirmación se ha dado durante el World Retail Congress, donde la compañía ha dicho que quiere marcar la diferencia con respecto a sus competidores y que para ello realizaran fuertes inversiones para una transición hacia el modelo digital. Además, quieren desarrollar una plataforma conjunta entre los distribuidores europeos para competir con Amazon y Alibaba, además, de destacar que son necesarias unas reglas de juego homogéneas, donde todos compitan en igualdad de condiciones.
Gimeno destaca que sus tiendas tienen un ‘gran futuro’ y ofrecen ‘cercanía’ con el cliente, lo que les da un factor diferencial importante, además, de contar con un importante activo, el cual quieren aprovechar, 11 millones de clientes.
La lástima es que llegan tarde para luchar en un mercado dominado por Amazon y donde no solo importan los tiempos de entrega, también el precio de los productos y esta gran superficie, no se suele caracterizar por ser una de las más económicas del mercado, además, la infraestructura de Amazon es descomunal. Entrar en el mercado le costara y deberá implementar una infraestructura costosa y compleja, que podría salir bien o podía terminar en una quiebra de El Corte Inglés.