La caída de Futura Networks, creadora de la Campus Party deja un importante pufo en la Seguridad Social, Hacienda y decenas de acreedores.
Futura Networks debería al estado cerca de nueve millones de euros y es incapaz de asumir esta deuda. Quizá no tengáis ni idea de quién o qué es Futura Network, pero si os decimos que es la empresa encargada de organizar las Campus Party, ya os debe de cuadrar un poco más el asunto. La compañía organizadora de dichos eventos ha entrado en concurso de acreedores, que se aprobó de manera oficial el pasado 15 de noviembre y que deja a la empresa casi desaparecida.
Campus Party, durante mucho tiempo, fue en el ámbito nacional sinónimo de ocio y cultura tecnológica, reuniendo a grandes mentes de diferentes sectores, no solo informáticos y tecnológicos, con ponencias tan destacadas como el músico y cantante Nach o del cocinero Ferrán Adrià. Fue en 2008 cuando el evento dio un salto internacional con el soporte de Telefónica, lo cual le dio más prestigio y relevancia. Eso de puertas hacia fuera, porque internamente, las cosas eran diferentes.
La realidad ocultar tras las bambalinas escondía deudas con proveedores y con los pocos trabajadores que disponía, ya que los eventos eran mayoritariamente montados por voluntarios, que lo hacían por amor al arte, sin ver dinero. Después de que en 2012 se pinchara la burbuja, Valencia cayera en un agujero negro impresionante a nivel económico, se destapo la cara oculta, sueldos de directivos de cuatro ceros, gastos difícilmente justificables y una subvención de 1.5 millones de euros por año, que nadie supo donde fueron a parar.
Uno de los factores que causaron su caída fue la llegada de las líneas de alta velocidad para internet. Si bien aún era un espacio tecnológico atractivo y al que la gente se moría de ganas por ir, una red cada vez peor gestionada, con una intranet para compartir archivos limitada en velocidad, conexión a internet con lag que imposibilitaba jugar y entradas por encima de los 100€ (para los pocos que pagaban), terminaron por hacer de la Campus Party un evento poco atractivo.
Quizá el colmo fue el último año que se celebró, donde la gente termino más bien quemada. Goteras en el Ágora, malos modos de los voluntarios por coger los sofás, para descansar de sillas incomodísimas, el robo de algunos dispositivos pese a disponer de más seguridad, una discoteca al lado de la zona de dormitorios o agua fría en las duchas, para los más remolones, terminaron con sentenciar un evento de capa caída (ese último año estuve allí)
Valencia se quitó el muerto de encima y Barcelona recogió el testigo… bueno, iba a hacerlo, pero cuando ya estaba la ubicación, los planos de situación de los diferentes espacios, por arte de magia, todo desapareció y nunca más se supo. Algunas fuentes hablaron de que las expectativas económicas eran imposibles de asumir y los patrocinadores ya no veían atractivo el proyecto, además de que el dinero era un factor crucial.
Paco Ragageles, la cara más visible de la organización, tenía grandes planes. Campus Party España no fue el único proyecto que se esfumo, Campus Party USA jamás se celebró y eso que tenía que ser un evento con la propia NASA como colaboradora, pero al final fue simplemente, humo. Telefónica además estuvo a las puertas de hacerse con la organización de la Campus Party y cuando todo parecía cerrado, la directiva reculo en la decisión, lo cual hace pensar que algo no cuadraba dentro de la organización.
Irlanda también juega en esto. La aparición de empresas irlandesas es otro de los factores que hace sospechar de algo raro. Irlanda es un paraíso fiscal muy importante, ideal para la evasión de impuestos y pagar más bien poco. Quantum Seduction LTD es una filial de Futura Networks que dispone del 30% de Campus Party Irlanda. Se ha realizado un reparto de acciones, valiendo esta empresa cerca de 4.4 millones de euros. Un complejo laberinto, que añade a Quantum Seduction SL en el entramado que tiene derechos de cobro sobre Campus Party Irlanda y que también es de Futura Networks.
Futura Networks actualmente tiene 120 acreedores, entre los que destacan Telefónica con casi 1.5 millones de euros y con Bankia por algo más de 1.1 millones de euros. No solo debe a empresas, adeuda cerca de 700.000€ a Hacienda y cerca de 110.000 a la Seguridad Social. Los trabajadores tienen sin cobrar cerca de 235.000€, en las que se incluyen las franquicias de Futura Networks Brasil con más de 1.5 millones de euros de deuda, México con más de 400.000€ y Perú con más de 330.000€, sumando casi 9 millones de euros que se deben a los 120 acreedores.
Una gran pregunta seria, ¿Dónde está el dinero desaparecido? Eso es algo que solo la justicia podría responder, pero los altos sueldos, los desmanes de la dirección y la compra como sede de un lujoso chalet, pueden ser solo algunos de los factores que han supuesto la lapidación de millones de euros, además de lujosos viajes. Quizá el hecho más sangrante durante los años de la Campus Party, al menos en España, es que los ganadores de torneos con premios en metálico tardaban cerca de seis meses o más en cobrar el premio y solo la mitad, aduciendo que una parte iba para el pago de impuestos, cosa que ahora vemos que no parece ser una realidad.
Actualmente la marca Campus Party y la gestión se han vendido al empresario italiano Carlo Cozza por tres millones de euros que se pagaran en seis años a razón de medio millón por año. El dinero no es para la cúpula antigua del evento, se deberá destinar totalmente al pago de las deudas. Se han ofrecido dos opciones, una quita del 40% y pago en seis años con una carencia de un año según la viabilidad y beneficios del evento o bien el pago en acciones de la sociedad que se ha hecho con la marca. La verdad es que las dos opciones son igual de malas.
Este ha sido el final de Campus Party. Falta un dato en perspectiva. Actualmente en Valencia se celebra la Dreamhack, que es una Lan Party, en esencia, lo mismo que la Campus Party, eso sí, mucho más económica, ya que apenas recibe 60.000€ en ayudas y lo demás son los patrocinadores. No solamente en Valencia se celebran Lan Partys, la Euskal Encounter, anterior incluso a la Campus Party, sigue adelante con muy buena vida y en Mollerusa tenemos la más grande de Cataluña. ¿Qué opináis vosotros sobre lo sucedido con Campus Party?
Fuente: Clipset
Existe una gran imprecisión en seguirse refiriendo a Perú cuando allí nunca operó FN, mientras en Colombia se hicieron 5 ediciones directas, dos franquiciadas y para ambos casos persiste una deuda enorme. Al fisco se le adeudan casi USD700.000 y en nóminas no pagas y proveedores cerca de otros USD300.000.
Estaba prevista hacer una edición, como paso en USA, pero al final no se hizo por temas económicos, ya que las pretensiones eran imposibles de asumir.