Multazo de la Comisión Europea a las empresas fabricantes de condensadores, por pactar durante años los precios de estos componentes fundamentales usados en todos los dispositivos electrónicos.
La verdad es que esta multa no me la hubiera imaginado en la vida. La Comisión Europea ha multado a una gran cantidad de compañías tecnologías por afectar el valor o retocar los componentes. Esta multa se ha impuesto a una asociación de varias empresas de la industria relacionada con condensadores japoneses, los cuales, acordaron un sistema de manipulación de precios. Parece que han descubierto que han aumentado los precios de los condensadores entre los años 1998 y 2012.
El documento menciona a las compañías: Sanyo, Hitachi, Rubycon, ELNA, Tokin, NEC, Matsuo, Nichicon, Nippon Chemi-Con, Vishay Polytech, Holy Stone Holdings y Holy Stone Enterprises, entre otras. Las multadas, sin embargo Tokin, Elna, Rubycon e Hitachi han sido beneficiadas de una rebaja en las multas, mediante una cooperación en el desarrollo de la investigación.
Nippon Chemi-Con ha sido la que se ha llevado el mayor multazo, con una cifra total de 97.921.000€. La que se ha librado de todo es Sanyo, quien ha vendido a parte de las empresas mencionadas y fue la que aviso a la Comisión Europea de esta práctica ilegal. Sanyo ha sido lista: ha manipulado los precios y ha generado millones y luego ha delatado a todas las empresas con las que estaba asociada a cambio de inmunidad total. Vaya jugada.
Los condensadores son una parte esencial de casi todos los productos electrónicos, desde teléfonos inteligentes hasta los electrodomésticos que usamos en nuestro hogar, sistemas electrónicos en nuestros automóviles y turbinas eólicas que producen electricidad, ha dicho la comisaria Margrethe Vestager sobre la sentencia.
Las nueve empresas multadas hoy coludieron para maximizar sus ganancias. Esto puede haber sucedido no solo a expensas de los fabricantes sino también de los consumidores. Nuestra decisión nuevamente deja en claro que no toleraremos conductas anticompetitivas que puedan afectar a los consumidores europeos, incluso si los contactos anticompetitivos tienen lugar fuera de Europa.
Fuente: TPU