Reino Unido, ante un Brexit más complicado y difícil de lo previsto, se estaría planteando regular el Bitcoin y las criptomonedas, con el fin de atraer inversores y clientes y mitigar un posible golpe a su economía ante un mal ‘divorcio’.

El Bitcoin y las criptomonedas en general suponen un nuevo sistema económico descentralizado no dependiente de bancos e instituciones, algo que no gusta nada a las elites económicas, debido a que escapa a su control. Estas redes son bastante anónimas en su mayoría son difíciles de rastrear, algo que es usado por algunas personas para realizar actividades ilegales, algo que también pasa con el dólar o el euro, no es exclusivo de esta criptomoneda, pero a las instituciones no gusta que se haga con criptomonedas, por lo difícil que es rastrear los movimientos.

Reino Unido, liado con un doloroso y costoso Brexit, se puede poner en una situación delicada a nivel económico en un futuro bastante cercado, si sale de Europa de malas maneras, algo que podría suponer una debacle económica, instalar aranceles y quien sabe que más. El Gobierno de Reino Unido estaría trabajando en una regulación para la implantación de las criptomonedas, unas normas que serían altamente estrictas. El punto polémico es que Reino Unido quiere obligar a todas las plataformas que operen con criptomonedas a informar, sobre las transacciones sospechosas y que después de ser investigadas, estas sean o no validadas.

Dicho movimiento regulatorio no está siendo estudiado solo por Reino Unido, la Unión Europea también estaría trabajando en algo similar, pero en este caso sería una criptomoneda europea que permite rastrear las operaciones, con el fin de hacer la situación más transparente. Los movimientos son lógicos, porque los gobiernos ven como las criptomonedas ganan en popularidad, solo hace falta ver el anuncio de ayer de Venezuela, de crear su propia criptomoneda. Aquí se mueven grandes cantidades de capitales y claro, nadie se quiere quedar sin su parte del pastel y estas regulaciones permitirían a los países recaudar impuestos extra y mejorar la situación económica en general.