Cuando hablamos de robótica, la mayoría de los usuarios pensara en Boston Dynamics. La compañía desde 1990 lleva desarrollando soluciones en robótica y siendo pionera en este campo. Los vídeos de la compañía se vuelven virales a los minutos de ser subidos al canal de YouTube. Su robot humanoide haciendo tareas y parkour son alucinantes e incluso sus ‘robo-perros’ han inspirado un capítulo de Black Mirror.
La empresa no solo busca crear robots que hacen cosas para YouTube, buscan hacer productos que tengan usabilidad en la vida real. Pero la compañía se ha solido centrar en el desarrollo y mejorará al máximo los robots producidos. Google adquirió en 2016 la empresa y en 2018 la vendió al banco de inversión japonés SoftBank, quien busca sacar rentabilidad.
Cambio de CEO en Boston Dynamics
Tras la adquisición por parte del grupo japonés, la compañía ha ido realizando algunos cambios de manera paulatina. Entre estos cambios sutiles, ha sido pasar de desarrollar soluciones innovadoras a soluciones muy enfocados a la usabilidad en empresa. Spot, el ‘robo-perro’ de la compañía ya se puede adquirir por parte de empresas y existen pedidos.
Estos cambios han sido muy paulatinos, para no dar una sensación de coger todo lo anterior, tirarlo a la basura y entrar en una línea puramente comercial. La empresa se ha adaptado a las exigencias del grupo de inversores japonés y entre ellas, el cambio de CEO. Marc Raibert, Fundador y CEO de Boston Dynamics prepara su salida de la empresa.
Destacar que no es un despido, sino una decisión de Raibert, quien ya tiene 70 años y posiblemente quiera quitarse dolores de cabeza. Antes de anunciarse esto, hablo con la junta directiva de Softbank y desarrollaron un plan de sucesión para Boston Dynamics.
Quién cogerá el relevo será Rob Playter, quien ocupaba el puesto de COO en Boston Dynamics. Lleva trabajando en la empresa durante muchos años y conoce perfectamente la empresa. Así que no llegará alguien que no sabe cómo funciona la empresa y quiera cambiar la metodología de trabajo o quiera imponer metas absurdas.
