Cómo ha evolucionado el Internet en casa, de la línea a las actuales tarifas de fibra
Hoy día, internet es parte de nuestra vida diaria y si desapareciera, todo el mundo reduciría su calidad de vida de forma sustancial. Nos permite comunicarnos con gente de todo el mundo de forma que nuestro alcance en todos los ámbitos de la vida no se vea reducido a nuestros límites inmediatos.
En el momento de escribir estas líneas, hay una alta competitividad por ofrecer fibra óptica a los hogares españoles, ofreciendo añadidos como líneas móviles más baratas o una opción para tener fibra e en casa. Pero los inicios de Internet en España, si los contamos, quedan como de una obra de ciencia ficción distópica.
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Cuando pagábamos por minutos de uso
Hubo un tiempo en el que la única operadora de Internet en España nos dejaba usar internet sin límites por las tardes y los fines de semana. Esto es que si eras una empresa y necesitabas usar internet para los correos electrónicos, tocaba pagar, pues el uso empresarial era una de las grandes fuentes de ingresos para la operadora.
También daba problemas como que si navegabas por internet, no podías usar la línea telefónica en un momento en el que aún se hacían todas las conversaciones a distancia con el teléfono de casa, pues el teléfono móvil era caro y tenía tarifas por llamadas muy elevadas.
ADSL como avance en su día, hoy es obsoleto
Si tienes cierta edad y escuchas «ADSL», te acordarás de cómo fue realmente revolucionario, con anuncios que presumían de tener línea ADSL con beneficios como una velocidad de 6 Mbps, y que no tendrás que desconectarte si quieres hacer una llamada o esperas una.
El ADSL ofrecía sus ventajas como no tener que instalar una red de cables aparte al poder aprovechar el cable de la línea telefónica y a la vez no ocupa la señal de las llamadas. Todo ello con una velocidad que en 2002 llegaba a los 2Mb/s. En su día era impresionante, hoy día se considera algo lento. Su principal inconveniente era que estaba limitado a los grandes núcleos de población. Esto dificultaba la llega de internet a ciudades pequeñas, que se beneficiarían de mejores comunicaciones mientras núcleos urbanos más pequeños o con arquitecturas protegidas, no lo tendrían tan disponible.
Parece ser una tecnología de antaño, pero la realidad es que una notable parte de los hogares españoles solamente tienen ADSL. Si bien vemos la fibra óptica como un estándar de internet de calidad, cerca de un millón y medio de hogares de España aún dependen del ADSL según cifras del año pasado. Para comparar, al menos 14.000.000 de líneas son de fibra, con lo que aún hay un notable porcentaje de usuarios con un internet de baja velocidad para las necesidades de hoy.
Una huelga de internautas para unas tarifas democráticas
Uno de los eventos más importantes para hacer del internet que conocemos hoy día fue la huelga de internauta en junio de 1999. Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas logró organizar a usuarios de internet para luchar contra el coste añadido en la factura de internet si lo usaban en horarios laborales. A esta huelga se le sumaron apoyos de organizaciones como la DGT e incluso partidos políticos como el PSOE.
Esta acción fue el precursor de las actuales tarifas planas que conocemos y seguimos disfrutando hoy día. Si ves tu factura, ves que no tienen costes inesperados por acceder a ciertas páginas o a ciertas horas, logrando una neutralidad en la red total. Gracias a ellos sabemos exactamente cuánto pagaremos por internet, sin más costes en la factura.
La alta competitividad y un derecho nacional a fibra óptica
Si bien en su momento teníamos la empresa nacional de telefonía ofreciendo ADSL, y uno o dos competidores, con anuncios de 20 Mbps, hoy la oferta de internet de fibra óptica es una altamente competitiva. Está el pensamiento de que la oferta de internet es un juego de suma cero, es decir, si tienes un cliente tú, se lo quitas a todos los competidores, pues un hogar no necesita de más de un servicio de internet y se va a quedar con la mejor oferta, con la mejor velocidad, precio o paquete, auqnue no lo use del todo.
Hoy cualquier operador te va a dar una fibra óptica, posiblemente de 100 Mbps, 300 Mbps o incluso 1 Gbps, a ser posibles simétricos, casi siempre sin permanencia mínima para que puedas decidir cambiarte de forma inmediata y sin compromiso, y con paquetes de llamadas y datos para una línea móvil si es del mismo operador. Hoy día tenemos innumerables opciones de fibra óptica, cada una para un tipo de usuario distinto, con lo que saber elegirla es importante.
No es raro cambiar de compañía de internet a otra por un aumento de la velocidad. Aunque siendo sinceros, se juntan elementos como que siempre hay confusión con la velocidad ofertada dado que se anuncian en megabits o gigabits, que no megabytes o gigabytes; y que la velocidad total ofertada no se usa a no ser que usemos un router que permita tal velocidad, y tengamos varias conexiones simultáneas como para colapsar la línea.
Ahora que el trabajo a distancia se está instaurando, y puede ser una forma de que se repueblen pequeñas ciudades, el Gobierno de España está preparando una ley en la que todo hogar de España, posiblemente teniendo que estar registrado como tal en el catastro; tenga la posibilidad de contratar 100 Mbps. Y esto estará garantizado por ley. Con esto, cualquier pueblo podrá acoger a los denominados nómadas digitales, los trabajadores errantes que podrán hospedarse en casas rurales en vez de en caros hoteles de negocios, y cualquier casa podrá tener las herramientas de internet para tener un mínimo de calidad de vida.
Y esto es cómo internet está a nivel físico, pues no nos hemos puesto a hablar del internet en el móvil. Si bien en su día los SMS desarrollaron una forma de escribir para adaptarse al escaso espacio de caracteres en cada mensaje porque cada mensaje tenía costes, hoy los SMS están en un uso relegado a recibir mensajes de confirmación de entidades bancarias, empresas u organismos oficiales para que llegue a nuestro móvil sin pasar por correos electrónicos. Cuando llegó WhatsApp, la gente pagaba gustosamente un euro al año porque a diez mensajes que enviaban, ya han enviado más que lo que podían con los SMS. Hoy tenemos velocidades con las que podemos ver un streaming en 4K en una tablet, sin cables.