Intel aumenta la producción de sus procesadores Coffee Lake, para solventar los problemas de stock, pasando su fábrica de China a la producción de los procesadores de octava generación.
El reciente lanzamiento de los Intel Coffee Lake no ha sido positivo en todos los aspectos, hay un aspecto en el que no destaca precisamente. La apuesta de Intel en la que se basan los Coffee Lake, es ofrecer procesadores de seis núcleos más potentes que los AMD Ryzen de ocho núcleos, algo que se ha conseguido, el problema reside en el stock, el cual es muy limitado y la compañía tiene problemas para abastecer el mercado, pero está trabajando en mejorar el stock de estos procesadores, con un aumento de la fabricación.
Lo más nuevo de Intel aporta una mejora en la potencia, pero no hay novedades en cuanto a líneas PCIe, por ejemplo, pero lo que interesa es la potencia en bruto, pero de nada vale tener un procesador potente si es casi imposible hacerse con un i7 8700K, un i5 8600K o un i5 8400. Los Ryzen supone una gran competencia y las APU de AMD ya están próximas en llegar al mercado, por tanto, Intel ha puesto a trabajar una segunda fábrica en la producción de los procesadores de octava generación, algo que no se notara hasta el próximo año.
Actualmente, los Coffee Lake se ensamblan en la planta de Malasia, pero la compañía ha puesto a fabricar de Chengdu en China, para agilizar la producción y el ensamblaje, para mejorar la producción. Lo que nos deja ver esto es que las instalaciones malasias y chinas son completamente iguales entre ellas, por lo tanto en ambas se pueden fabricar procesadores con la misma arquitectura, algo que significa que Intel dejara de producir procesadores de otras generaciones. El próximo 15 de diciembre el stock aumentara, pero no debemos esperar milagros, será el próximo año cuando veamos un gran aumento de stock, posiblemente entre mediados de enero y principios de febrero.
Fuente: TPU