Durante una conferencia en el GDC 2018, Intel ha reconocido que el salto de rendimiento en gaming desde los seis núcleos hasta los ocho núcleos, es mínima y desde los ocho núcleos en adelante, es nula.
Lo que hace años fue una batalla para ver quien lanzaba al mercado procesadores con mayores frecuencias, ahora ha llegado en forma de ver quien lanza al mercado procesadores con más cantidad de núcleos. AMD e Intel están inmersos en una batalla ciertamente absurda, que se basa en lanzar procesadores para videojuegos con más y más núcleos, incluso, Intel vende los procesadores Skylake-X como procesadores para gaming, algo que no tiene mucho sentido, ya que con cuatro núcleos para jugar, a secas, sobra, si quieres hacer streaming, admitiríamos ocho núcleos como procesador gaming y de casualidad.
Intel además asegura que los procesadores de ocho núcleos o más son ideales para el gaming, ya que se evita el cuello de botella que se puede dar en el renderizado de los juegos. E requieren de importantes cálculos de manera secuencial y posteriormente, ser ejecutados en un orden concreto, por lo que las tareas en paralelo poco sentido tienen.
La conferencia realizada por Intel y varios estudios de desarrollo de videojuegos durante el GDC 2018, se ha basado en la escalabilidad de los procesadores. Se ha mostrado un gráfico de como a partir de los ocho núcleos, las mejoras son extremadamente pequeñas. La grafica muestra que desde los dos a los cuatro núcleos hay un gran salto, de los cuatro a los seis hay otro gran salto, pero desde los seis hasta los ocho núcleos el salto es casi nulo y más de ocho núcleos, no aportan mejora.
Para usar tanto núcleo, el código de juego se debería dividir y el motor realizar procesos diferenciado, concretamente, se necesitaría la renderización, la lógico de juego y la simulación y construcción de la planificación del trabajo por separado, pero de un modo que no afecte al resultado final. En cuanto a experiencia a nivel de usuario, se busca potenciar el rendimiento del escalado de núcleos, sin que afecte al juego.
Se ha tocado también el Hyper-Threading y de cómo afecta esta al rendimiento, ya que se divide el núcleo en dos parte, por asi decirlo, partiendo potencia y recursos, además de la caché L1. El problema es que dos procesos accediendo a la misma caché, podríamos tener problemas con el aumento del tiempo de trabajo o lo que es lo mismo, lo comido por lo servido. Si cada hilo se deja para tareas diferentes, podría mejorarse el rendimiento, en vez de perderse.
Esta conferencia dejaría claro que, cuando más núcleos tengamos, no inherentemente quiere decir que más rendimiento y mejor ira la cosa, sino que llega un punto, para el gaming, que hay un límite, establecido en los ocho núcleos, ya que el salto desde los seis núcleos a los ocho núcleos es prácticamente nulo. Al final los mejores procesadores son los Ryzen 5 y los Core i5 Coffee Lake.
Fuente: CB