Instagram borra cuentas que ganaban miles de dólares con contenido robado
Instagram sigue borrando perfiles que reciben reportes de uso indebido. Ha borrado varios perfiles de un usuario que se ganaba la vida con contenido ajeno.
Muchas veces que hemos ojeado por Instagram, nuestro feed ha tenido alguna viñeta o meme que nos ha hecho gracia porque la sube un amigo a sus historias o perfil. Todo bien aquí, pero hay cuentas dedicadas únicamente a coger ese contenido que hacen otras personas, ponerlas en su perfil y cobrar por la publicidad.
Las cuentas dedicadas a robar contenido, en el punto de mira de Instagram
Hace una semana un usuario bajo el nombre de Spicymp4 comentó que Instagram le había denegado el acceso a cinco de sus ocho cuentas. Una de ellas tenía medio millón de seguidores y en otra 20 000. ¿Qué pasó para que le quiten el acceso? Lucrarse, y mucho, de contenido ajeno del que no tenía permiso para usar.
Muchos de vosotros pensaréis «Pero es que les acreditan… Les dan publicidad, no es tan malo«. En realidad esas cuentas raras veces citan la autoría y se limitan a bajarse contenido, editarlo para quitar todo rastro del autor original, y así generar usuarios que se quedan en sus cuentas en vez de la de artistas o gente de a pie que hay hecho una imagen bonita o un vídeo gracioso que como mucho quiere que se le reconozca su trabajo. Twitter e Instagram están lleno de esas cuentas como Yisucraist, la red de Cabronazi, o de perfiles que usan personajes famosos y figuras públicas diciendo que son cuentas parodia. Un servidor ha creado varias veces imágenes que otros usuarios y cuentas de este tipo han resubido sin mi consentimiento y sin citar, y no, la respuesta a esto no es «Internet es de todo, si subes algo deja de ser tuyo«.
¿Cuánto dinero da usar contenido de otros? Ben, de 15 años y propietario de varias de estas cuentas de Instagram comentó que poniendo contenidos de otros sin acreditarlos y sin su consentimiento le reportaba a lo largo de sus ocho cuentas unos 4 000 dólares al año. Algunas más grandes llegan a los 200 000 dólares al año. Estas cuentas claramente incumplen las políticas y condiciones de uso de la aplicación, esas que poca gente lee. Entendemos que los memes son algo difícil de acreditar, que los pasamos a la familia y amigos en grupos de WhatsApp… Pero una cosa es hacerlo en el ámbito privado de forma ocasional y otra es sistemáticamente ganarte la vida a costa del trabajo de otros, ya sea memes, arte o vídeos. Todos tienen un autor y todos piden ser reconocidos y que se les derive el tráfico a ellos.
Fuente: New York Post