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El silicio es la base de la informática y la tecnología en general, moderna. Durante años el silicio es la base fundamental de los procesadores y otros chips y con la nanotecnología se han indo multiplicando la cantidad de transistores que hay en cada chip. Existen límites en el silicio, como pueda ser la velocidad de trabajo, limitada a la velocidad de los electrones o que requieren electricidad para funcionar. La Escuela de Ingeniería Jacobs de la Universidad de California en San Diego ha desarrollado un elemento microelectrónica que se controla de manera óptica, sin semiconductores y que se basa en los tubos de vacío, considerados obsoletos.
Los tubos de vacío o válvula electrónica se utilizaban para la amplificación, conmutación o modificación de las señales eléctricas mediante el movimiento de los electrones en el ‘vacío’ a muy baja presión o en presencia de gases muy concretos (algo así como las bombillas de filamento). Durante la primera mitad del S. XX se usaron en radio, televisión, audio, redes telefónicas, ordenadores analógicos y digitales y en muchos otros dispositivos, pero el desarrollo de los transistores relego a estos dispositivos al olvido, ya que los transistores hacen lo mismo, en mucho menos espacio y con un coste mucho menor.
Actualmente el problema residía en que los electrones libres a nanoescala necesitaban de tensiones de 100 voltios, altas temperaturas o la potencia de un láser. Se ha resuelto la problemática gracias a una estructura nanométrica de oro que tiene forma de hongo, que funcionan mediante un láser infrarrojo de baja potencia, que requiere unos 10 voltios, que podríamos decir que golpea los electrones para canalizarlos por el laberinto permitiendo la activación de ‘interruptores’ millones de veces cada segundo.
Han conseguido que la conductividad aumente hasta diez veces con respecto a los transistores de silicio actuales. Esto hace que la potencia aumente de forma notable, permite trabajar con una resistencia mucho menor y soporta mayores potencias. La innovación en cuestión esta aun en desarrollo y son solo los primeros test de esta tecnología, pero promete mucho. Su siguiente paso es escalarlo para ver el rendimiento y las limitaciones de esta tecnología. Veremos si esta tecnología termina siendo un éxito y se hace con el mundo tecnológico.
Fuente: Jacobs School