Los FIFA los juegos deportivos que más beneficios generan a Electronic Arts entre sus ventas multimillonarias y todo lo que rodea al modo FIFA Ultimate Team lleno de microtransacciones. EA Sports, la división deportiva de Electronic Arts tiene la licencia oficial de la FIFA, que no de los equipos; para usar su nombre e imagen y hasta ahora les ha ido bien pero ya ambos empiezan a replantearse el acuerdo.
Dicho acuerdo de licencia hasta valer unos 150 millones de dólares al año. Es un precio considerable, pero que representa la importancia del nombre FIFA, que muchos en todo el mundo lo asocian con la serie deportiva e incluso con el propio deporte en el mundo de los videojuegos.
El nombre de FIFA en los videojuegos peligra
El presidente ejecutivo y general de EA Sports hizo público la semana pasada que el acuerdo entre ellos y la FIFA podría no renovarse después de la Copa del Mundo en Qatar el próximo año. EA no descarta prescindir del uso del nombre y usar su propio nombre, EA Sports FC, según se vio en recientes registros.
La FIFA busca más del doble de lo que recibe actualmente de EA Sports por el uso del nombre, que sería mil millones de dólares por cada ciclo de cuatro años de la Copa del Mundo. Pero aparte del dinero, cada una de las partes busca más oportunidades de monetización con la licencia. La FIFA quiere que otros desarrolladores aparte de Electronic Arts puedan usar la licencia, mientras EA Sports quiere monetizarla más allá de únicamente las ventas y microtransacciones, como la celebración de torneos oficiales y la venta de NFTs.
EA Sports no cree que otra empresa pueda optar fácilmente a la licencia de FIFA, principalmente por su precio. EL único competidor que tienen es Konami con eFootball y no está en la posición de pagar lo que pide la FIFA por su licencia. Además, EA Sports tiene acuerdos con más de 300 organizaciones como la UEFA, y muchos otros estadios y equipos. En resumen, el acuerdo con la FIFA solamente le daría el derecho del uso de nombre e imagen, pero EA Sports ya está en una posición dominante en el sector.
Fuente: The New York Times
