Un informe de Jason Schreier desvela el futuro de los juegos de Sony en PS5, y cómo va a enfocar su gestión. Juegos grandes, que gusten a críticos y que generen muchos millones en ventas.
Toda esta información proviene de un equipo recientemente disuelto de trabajadores de Sony que estaban trabajando en un remake the The Last of Us. Según ellos, Sony ha abandonado la idea de desarrollar internamente o de producir juegos que no tengan aspecto de evento cinematográfico, que no les vayan a garantizar unas críticas extremadamente favorables y ventas de muchos millones. Uno de los daños colaterales es la secuela cancelada de Days Gone.
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El futuro de los juegos de Sony es exclusivamente de los blockbusters
Sony posee muchos equipos para su sello PlayStation Studios, pero solamente está dando prioridad a los de Naughty Dog, Sony Santa Monica y Guerrilla Games y otros pocos más. Su enfoque son los juegos que ofrezcan esa misma sensación de los éxitos de taquilla en cine, y esto ha afectado a muchos de sus equipos. Hace unas semanas, cerró Sony Studios Japan, creadores de Everybody’s Golf y Gravity Rush entre otros, que podían hacer juegos más baratos y dedicado a audiencias más concretos, pero Sony no quiere producir juegos que tengan éxito solamente en Japón.
Otro afectado es Sony Bend, que lanzó en 2019 Days Gone. Sin ser un éxito en críticas, tuvo unas buenas ventas. Ese mismo año intentaron hacer una secuela dado que su desarrollo había sido rentable, pero como se alargó mucho y no tuvo una recepción unánime, Sony no consideró una secuela algo viable. Una parte del equipo fue enviada a Naughty Dog a ayudar con un jeugo multijugador, y otros a trabajar en otro Uncharted supervisados por Naughty Dog. Tras varios despidos y quejas, algunos miembros ahora trabajan en un proyecto original.
Con este cambio drástico en filosofía, podemos esperar que por parte de Sony, haya menos juegos para PS5. Son juegos que van a tardar más en desarrollarse por su ambición, y van a ser menos variados al presentar menor riesgo.
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