Llegan nuevos procesadores por parte de Intel, en este caso los Core-B, procesadores de socket BGA, para ir soldados directamente a la placa base, pesando en miniPC y equipos All-in-One.

Hace algún tiempo que Intel no hace más que sacar cosas raras y lanzar familias o conjuntos de procesador con unidades Intel Optane al mercado. La ultima excentricidad de la compañía, por llamarlo de alguna manera, sería la nueva familia de procesadores Intel Core-B, una solución de la compañía, destinada a equipos de sobremesa, pero no a todos, sino a soluciones bastante concretas. Estos nuevos procesadores, tienen una peculiaridad y es que son de formato BGA o lo que es lo mismo, van soldados directamente a la placa base, como pasa con los procesadores de los notebook.

Los nuevos Core-B de Intel se caracterizan por tener un TDP de 65W y están destinados a ofrecer soluciones especiales a equipos de sobremesa, sobre todo a los AIO y los miniPC, permitiendo reducir un poco la altura del conjunto, al no necesitar socket especial. Esto permite una mejor optimización del diseño y poco más. No difieren en nada de los procesadores equivalentes de sobremesa, ya que cuentan con el mismo número de núcleos e hilos, las frecuencias son las mismas, el soporte de memoria es igual, soportan Optane y también cuentan con gráficos integrados.

Se diferenciarían en lo mínimo, en un TDP cerrado imposible de alterar (nada de overclocking) y buscando la eficiencia energética al máximo. El MSI Vortex G25, tiene un bloqueo mediante firmware en la BIOS, que impide al i7 8700 alterar sus prestaciones, por lo que el TDP es de 65W y de ahí no hay quien lo mueva. Esto hace que en algunas cargas de trabajo, el rendimiento del procesador pueda ser un 30% más que un modelo de gama superior, más abierto a variaciones de frecuencia y ajustes personalizables.

Fuente: Anandtech