Durante los últimos meses, el arte hecho mediante herramientas de Inteligencia Atificial ha dado mucho de qué hablar. Idealistamente, acercaría la posibilidad de crear arte rápido a gente que lo necesita para algo temporal y no puede permitirse pagar a un profesional. Pero está siendo usado para directamente eliminar el pago a artistas. La gran cantidad de obras que hacen de forma rápida causa preocupación por el hecho de que pueden lucrarse con textos e imágenes frutos de dar isntrucciones a una Inteligencia Artificial.
Hace unos meses, una editorial trató de registrar el copyright de un cómic en el que su texto y sus imágenes habían sido frutos de dar comandos a una IA. En teoría, podría considerarse un experimento, pero también abría puertas a que editores usen en masa estas herramientas para sacar contenido. El copyright se dio en septiembre al cómic Zarya of the Dawn, pero en noviembre se lo retiraron.
El copyright solamente registra cosas que hayan hecho humanos, no Inteligencias Artificiales
¿La razón de la retirada de este copyright? Como el cómic no ha tenido una intervención humana detrás, pues las imágenes fueron generadas con la Inteligencia Artificial Midjourney que crea imágenes a partir de un texto, y el texto fue generado mediante otra inteligencia artificial; la oficina de registro de copyright de Estados Unidos no ve que eso se pueda registrar.
Fueron claros en que debía de haber un fuerte componente e intervención humana, no simplemente alimentar una Inteligencia Artificial y hacer pasar ese trabajo como el de un humano. Podría haber sido algo diferente si al texto y las imágenes que dio al IA, se hubieran dado un proceso de edición. Así podría calificarse como algo hecho por humanos. Este serían un ejemplo ideal de una ayuda al proceso editorial, con unas IAs entrenadas con un autor y un dibujante en concreto, habrían podido acelerar gran parte de la producción intermedia y que hubiera sido finalizado por humanos, podría haberse registrado.
Pero todo el arte hecho con IA se presenta en formato final. No se corrigen los errores visuales como las manos, líneas rectas y pequeños detalles que delatan que algo está hecho por una inteligencia artificial. Esta decisión de la oficina de copyright de Estados Unidos puede sentar precedente, y desanimar a muchos empresarios que quieran aprovecharse de estas herramientas para sacar productos sin intervención de los creadores. Al final, seguirá siendo necesario tener que usar escritores y dibujantes para crear cómics, al menos en lo que respecta a Estados Unidos, uno de los más grandes mercados.
Fuente: AI Bussiness
