La tecnología 3D V-Cache de AMD emplea bloques de SRAM apilados sobre la matriz lógica de la CPU, donde residen los núcleos de ésta. Con ello, permite al procesador acceder a enormes reservas de caché para las aplicaciones, para así cargarlas mucho más rápido sin tener que enviar instrucciones a la memoria RAM. Si fuera un dispositivo de almacenamiento, la 3D V-Cache de AMD tendría unas velocidades de lectura de 182 GB/s, y de escritura, de 175 GB/s.
Conoce mejor cómo funciona una CPU con 3D V-Cache de AMD
Mediante un experimento, es posible utilizar esta caché adicional de nivel 3, la que conocemos como caché L3M; como un disco RAM. En ese experimento, la SRAM L3 se comporta de forma similar a una unidad de almacenamiento.
Las velocidades de lectura y escritura de la 3D V-Caché de AMD han pasado por un benchmark
Un gran descargo de responsabilidad aquí, según comenta Tech Power Up; es que esto únicamente es posible exponiendo el L3 al benchmark CrystalDiskMark, y que no hay aplicaciones del mundo real que puedan hacerlo de una manera que CrystalDiskMark, herramienta que hemos usado en análisis de almacenamientos. Según el usuario de Twitter GPUsAreMagic, los pasos para replicar este procedimiento consisten en obtener una CPU AMD Ryzen con 3D V-Cache, instalar OSFMount y crear un disco RAM formateado en FAT32, y ejecutar el benchmark CrystalDiskMark. Los valores deben de estar configurados a valores a SEQ 256 KB, Queue Depth 1, Threads 16, y data fill a 0s en lugar de «aleatorio«.
Los resultados han sorprendido porque, pese a que el tamaño de la SRAM L3 es diminuta en comparación con el peso de aplicaciones y juegos actuales, sí que es muy rápida y accesible para la CPU. Esto es lo que hace que le compense al cargar datos localmente antes de pasar los datos a la RAM del sistema.
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Con un AMD Ryzen 7 5800X3D, las velocidades de la caché L3 como disco RAM superan los 182 GB/s en lectura y los 175 GB/s en escritura. En otra prueba, compartida por Albert Thomas, al convertir la caché en disco RAM del AMD Ryzen 7800X3D, que puntúa un poco menos con más de 178 GB/s de velocidad de lectura y más de 163 GB/s de escritura. El benchmark CrystalDiskMark únicamente realizó estas pruebas en pequeñas asignaciones que varían entre 16 MiB y 32 MiB, que significa que aún no hay cargas de trabajo del mundo real que puedan utilizarlo, y no parece que vaya a ser posible. Pero debemos entender que están pensados para procesos pequeños y repetitivos como los comandos de un videojuego, que son donde se ha visto una mejora en el rendimiento.
