Donald Trump con sus locas y absurdas políticas empieza a afectar a uno de los motores del país, Silicon Valley, con sus políticas de inmigración restrictivas y claramente, tendenciosas y racistas.
La llegada de ‘Orange’ Donald Trump a la Casa Blanca no está dejando indiferente a nadie y llego con la excusa de ‘make America great agian’ o hacer America grande otra vez. Lo único que ha hecho de momento es bombardear otros países a la primera que ha podido, hablar de un supuesto muro que probablemente no se construirá e impedir la entrada en el país a personas de determinados países y es que este racistilla se olvida que Estados Unidos existe gracias a gente de todo el mundo, sobre todo, de esclavos.
El pasado martes se estableció la orden ejecutiva que hará difícil y no poco la contratación de ciudadanos extranjeros. Se endurece el programa de dar visados H1-B para profesionales extranjeros que trabajen o vayan a trabajar a Estados Unidos. Esta absurda medida daña a una de las principales industrias de Estados Unidos y el referente tecnológico del mundo, como es Silicon Valley y es que más del 70% de los trabajadores son extranjeros. La idea de Donald Trump es que estos trabajos vuelvan a manos de norteamericanos. Hablamos de expertos en matemáticas, informática, ingeniería y medicina principalmente que verán cómo se suprime la obtención del visado H1-B de manera rápida, que permitía obtenerlo en quince días por 1225$.
Se añade a la dificultad de la supresión del visado exprés, es que se terminó contratar a extranjeros por menos dinero que a los americanos. La nueva norma impedirá a los trabajadores extranjeros trabajar en suelo americano si la formación que tienen se puede equiparar con la de otros candidatos al puesto y que sean nacidos en suelo americano, haciendo que el trabajador americano este por delante de una persona de otro país. Además, ningún trabajador extranjero podrá cobrar menos de 60.000$ al año, lo cual es otra barrera.
Donald Trump, que no tiene ni idea de gobernar un país (y faltaría saber si de dirigir una empresa correctamente), pone en peligro el ecosistema de Silicon Valley y es que cerca del 12% de las visas otorgadas pertenecen a trabajadores que se iban a incorporar a la industria tecnología. Ahora las empresas deberán dar explicaciones sobre los trabajadores extranjeros y también pedir permiso para que esos trabajadores pisen el país. Ya existe un descenso en la solicitud de visados, ya que en 2016 en el primer trimestre se dieron cerca de 236.000 visados y en el mismo periodo de 2017 se han dado menos de 200.000.
Cabe destacar que esto podría ser aprovechado por otros países, como Brasil, que tiene una industria emergente, China, que es una potencia y se caracteriza por tener dinero de sobras para invertir o Europa, que si bien no está en los mejores tiempos, dar una bofetada a Estados Unidos, le sentaría bastante bien, para que engañar.