La guerra comercial entre Estados Unidos y China estuvo a punto de llevarse por delante a Huawei. Estados Unidos acusaba a Huawei, sin pruebas, de realizar espionaje mediante sus productos para redes 5G. Pues bien, ahora se ha descubierto que la CIA espiaba las comunicaciones cifradas de la mayoría de los gobiernos. ¿Cómo lo hacían? Mediante la empresa Crypto AG, fundada tras la Segunda Guerra Mundial.
Crypto AG desarrollaba máquinas de cifrado ‘espiables’ para evitar que los enemigos pudieran descifrar la información. La compañía paso de la comunicación cifrada por radio a los microchips y actualmente al software. Dicha empresa tiene sede en Suiza y ha vendido equipamiento a más de 120 países de todo el mundo. Algunos ejemplos son Iran, paramilitares de América Latina, El Vaticano y países considerados enemigos por estados unidos como India o Pakistán.
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Escándalo de espionaje protagonizado por la CIA
Lo que nadie sabía es que la CIA estaba detrás de la compañía desde la fundación de Alemania Occidental. Todos los sistemas tendrían una modificación creada por la CIA que hacia débil la seguridad y permitía interceptar los mensajes cifrados. Una información revelada por The Washington Post y ZDF, mediante un documento al que estos medios han tenido acceso.
Inicialmente esta operación se denominó Thesaurus, pero luego se pasó a denominar Rubicon. Dicho documento cierra diciendo que se trata del “golpe de inteligencia del siglo”. Esto se debe a que no solo estaban pagando a Estados Unidos y Alemania Occidental por costosos productos que eran fácilmente descifrables por ellos.
Parece ser que desde 1970 la CIA y la NSA han tenido el control de la empresa, realizando contrataciones a dedo. También habrían saboteado y manipulado algoritmos y enfocando las ventas según las necesidades. Luego solo tenían que pegar la oreja.
Esto les habría permitido tener información de primera mano cómo en la crisis en Irán en 1979, la guerra de los Balcanes e incluso de atentados terroristas. Curiosamente Rusia y China no utilizaban estos dispositivos debido a que sospechaban que Crypto AG tenía tratos secretos con Alemania Occidental. Los únicos que se olieron una parte de la tostada.
La BND, agencia de espionaje alemana, ceso la operación a principios de los 90, comprando su parte la CIA. Desde ese momento la agencia estadounidense tomo el control total de la compañía.
Crypto AG fue desmantelada en 2018
Se calcula que Crypto AG era la responsable del 40% de las comunicaciones diplomáticas de gobiernos extranjeros. Esto permitió a la compañía y por lo tanto a la CIA recopilar una cantidad de información brutal. Todo esto mientras vendían máquinas de cifrado que costaban millones y que tenían una seguridad de mierda (hablando en plata)
Pese a que la empresa fue desmantelada en 2018, algunos países aún utilizan sus herramientas. El desmantelamiento podría tener que ver con la posibilidad de acceder a conversaciones privadas por otros medios, como podría ser WhatsApp.
La empresa se vendió por partes. Una parte se la quedo CyOne Security, que suministra sistemas de seguridad al gobierno suizo. Por otro lado tenemos Crypto International, que conserva la marca y el negocio internacional.
Estas dos compañías han tenido que lanzar comunicados para indicar que no realizan actividades de espionaje. Suiza no se fía de esto y ha empezado a investigar las relaciones de estas empresas y su seguridad. Crypto International ha perdido la licencia emitida por Suiza para la venta de productos. Toda una fanfarria, ya que Suiza sabía perfectamente la actividad que realizaba Crypto AG.
Crypto AG ha permitido a Estados Unidos manipular el espacio socio-político a su antojo, consiguiendo incluso ventaja durante la Guerra Fría. Lo que no se sabe es que información tenia Estados Unidos y si podría haber evitado algunos grandes genocidios, atentados o violaciones de derechos humanos.
Para rematarlo, va el Director de la NSA entre finales de los 70 y principios de los 80 y dice que no se arrepiente de nada, ya que “era una fuente muy importante de información.” Vaya huevos.
Al final han conseguido que si China realiza espionajes, se quede en una mera broma. La cuestión es, ¿y ahora que hacemos?
