A los proveedores de televisión online no les gusta que compartas tu cuenta con gente fuera de casa. Netflix podrá pedir tu dirección.
¿Quién no comparte su cuenta de Netflix, de HBO, de Orange o cualquier otro proveedor online? Le das tus datos de login a gente de confianza, generalmente amigos o familiares aunque no viváis en la misma casa o la misma ciudad. De esta forma consigues tener un detalle con alguien o al menos que paguéis todos un poco menos con los planes compartidos.
Los proveedores quieren asegurarse de que lo compartas en tu casa y ya
Pero Netflix y sus homólogos saben que los planes familiares no se comparten únicamente en un mismo hogar, que es para lo que están. Originalmente se hacen para que varias personas puedan ver su contenido en múltiples pantallas y cada uno tenga su perfil con recomendaciones… Pero si varias personas en diferentes hogares comparten, digamos que no es la forma de uso que tenían en mente.
Ahora Netflix se ha aliado con HBO y proveedores de televisión pro cable americanos para tratar de eliminar esta práctica. Algunas medidas que han propuesto es resetear de forma habitual las contraseñas, o enviar mediante mensajes de texto a móviles de los suscriptores un código para que puedan seguir viendo el contenido. Otros dicen que podrían detectar los dispositivos que se conectan, y mientras un móvil o tablet no tendría por qué tener la misma localización que la cuenta principal, un ordenador fijo o un RokyTV o Findle Fire TV podrían ser detectados si no están en la misma localización que la cuenta principal. Si eso no funciona, podrían pedir incluso la huella dactilar.
Los afectados dicen que el que la gente comparta contraseñas les quita 6 600 millones en ingresos y lo consideran incluso peor que la piratería. Pero ahora todo está por ver. Estos cambios podrían llegar dentro de unos meses o incluso años porque tienen que asegurarse de que no van a echar a clientes legítimos que realmente comparten la cuenta con su familia o es alguien que usa Netflix en la televisión de casa y su ordenador del trabajo.
Fuente: Bloomberg
